Miró l'altre

Con motivo de la exposición Miró Otro organizada por el Colegio de Arquitectos de Catalunya en el año 1969, la junta propuso a Pere Portabella rodar el que debía ser el mural de reclamo de la exposición, pintado por el propio Miró, sobre los vidrios exteriores de la planta baja del edificio. A Portabella no le interesaba hacer simplemente un documental testimonial. Decidió que rodaría si, al acabar la exposición, el propio Joan Miró lo borraba ayudado por los servicios de limpieza. Joan Miró acepta la idea sin dudarlo. Se trata de un film rodado con absoluta complicidad entre el cineasta y el pintor.